jueves, 7 de junio de 2012

Sueños que se olvidan

     Hoy me gustaría escribir los versos mas tristes, como quiso el poeta. Hoy debería contar mil cosas importantes. Hoy necesitaría ser ocurrente, original y única. Pero esas cosas no suceden cuando uno quiere, no pasan porque lo desees. Si lo intentas salen palabras que todo el mundo sabe, que cualquiera puede decir. Y yo prefiero callarme.
     Me llama mi amigo y me dice que por qué no escribo todos los días. Me regaña mi amiga por la misma razón. Mi madre me dice que tampoco me vuelva loca que aunque ella siempre pensó que yo escribiría un libro, esto del blog, no lo ve claro y mis hijos me insiten que utilice el twitter para contar mis cosas, pero durante el día que por la noche hay mucho loco, supongo que pensarán, que como yo. Por la noche escribo, pienso y no duermo. Entre lo que pienso y escribo en el ordenador se me pasan las horas para contar muy poco. Entre línea y palabra, me pregunto si alguien se puede interesar por lo que escribo, con lo bien que lo hacen otros.
     En estos días he acudido a distintas presentaciones de libros, “Del gol de Zarra al de Iniesta” escrito por dos jóvenes periodistas David Guerra y Borja de Matías, a la de mi compañero Rubén Uría que nos presentaba “Hombres que pudieron reinar” o a la fiesta-coloquio de mi amigo Nacho Montes con su “¿Nada que ponerte?”. Un mes de feria del libro y de amigos que presentaban, entre nervios y temores lo que era su primera obra. Y yo les envidiaba. Así como suena, ni envidia sana, ni nada, envidia pura y dura que la sana no sé cuál es. Envidia por haber sido cobarde y no lanzarme a contar mil historias imaginadas, por no alargar el tiempo de espera y de musas que no llegaron rápidas, por creer más en los otros que en lo propio y por mil disculpas que me he ido poniendo día tras día, año tras año. En esas salas abarrotadas de amigos, curiosos y medios de comunicación, yo les envidiaba y les admiraba, más que nadie. Ellos lo consiguieron.
     A lo largo de una vida te vas dejando atrás sueños sin cumplir que vas olvidando según van perdiéndose en el calendario y cuando los recuerdas, ni siquiera te reconoces en ellos, sinembargo hay metas que te persiguen hasta que las alcanzas. Si no es así, duelen y por eso aunque pase mucho tiempo, aunque nadie lo crea ya, seguimos pensando que lo conseguiremos, son una razón más para estar vivo y para creer y no olvidar, aquello que soñamos, una tarde gris.
     Mañana empiezo a escribir.



6 comentarios:

  1. Yo no cum`lí mis sueños, a mi si que se me olvidaron

    ResponderEliminar
  2. PUES YO TE ANIMO A QUE LO HAGAS

    ResponderEliminar
  3. YO, LA QUE TE ANIMA, SOY,OTRA SIRENA DEL ACUARIO,JIJI

    ResponderEliminar
  4. Adelante, estamos contigo y, además, nos gusta lo que escribes y, lo principal, nos entretiene.

    ResponderEliminar
  5. simplemente hazlo siempre has sido una artista!!

    ResponderEliminar