jueves, 24 de mayo de 2012

Buenas noches, María

     María no tiene cincuenta, sus hijas sí. María nació antes de la guerra y la sufrió. María sabe lo que es pasar hambre de pan y de letras. María siempre ha sabido sacar lo bueno de las cosas. María ha querido mucho y la quieren mucho.
     En un pueblo blanco se curtió de vida y Madrid le dio tranquilidad y progreso. Trabajo, ahorro, trabajo, amor, trabajo, para que los niños estudien, para que sean algo. Y lo fueron. Tuvo una buena casa y unos buenos hijos y entre alegrías y alguna pena fue viviendo. Siempre acompañada de su amor. Ella se casó joven, antes, tenía que haber sido, le decía él. Mas años para disfrutar juntos, mas años para restar los que el destino les robó.
     El se fue después de tanta lucha, cuando todo iba muy bien y ella se quedó sola, como tantas. Otras se encierran, se olvidan del mundo, se quedan en el pasado. María sacudiéndose las lágrimas, por dentro y por fuera, un día cogió el bolso, salió a la calle y pensó que todo tenía que continuar, aunque fuera sin él, aunque fuera tan amargo. La vida es así, se dijo y abrió la puerta del Centro de Mayores, con las mismas ganas con las que desde niña, se enfrentó a cualquier problema. Ella siempre quiso saber y ahora podía. Ese era su sitio y su momento. Aprendió informática. Escribo muy mal, advierte, pero con el ordenador no se nota, aclara a todos.
     Un cumpleaños, sus hijos le regalaron un ordenador y ahora la pantalla de su portátil se ilumina cada noche para ver las fotos de sus nietos, conectarse a Facebook o escribir correos, el corrector me ayuda mucho, repite. A través de ese aparato que nunca pensó pudiera cambiar tanto su día a día, lee todo lo que no leyó, lo que le quitaron porque a ella no le tocaba. Ahora sí.
     Cada noche lee un poquito de este blog. Muy pocos de los que entran aquí, analizan, saborean  y se merecen tanto estas líneas como María, por lo que a ella le ha costado llegar a conectarse a la red, por su esfuerzo y porque muchas de nosotras caminamos con el portátil debajo del brazo, pisando fuerte en oficinas, universidades o por cualquier acera, gracias a mujeres como ella que no estudiaron pero que nos hicieron estudiar y que soñaron su vida a través de la nuestra. Por eso y por cien mil cosas más, hoy tengo que decirte, a ti únicamente, Buenas noches, María
 


11 comentarios:

  1. María, las de cincuenta no seríamos lo que somos si no hubiera mujeres como tú, que nos enseñan cada día a vivir y a luchar. Gracias por estar ahí.

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  2. Hay muchas Marias, que sin saber escribir nos enseñaron a leer, que sin saber nadar nos enseñaron a nosotras, así que aunque no sé quien realmente eres María, yo también te digo, lo de buenas noches María

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  3. Me llamo María porque mi abuela es María y no hay nada como ir a apagar el teléfono al acostarse y encontrarse un email: "Buenas noches, tesoro". La quiero tanto...se merece TODO!

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  4. Y LO MAS IMPORTANTE
    No solo nos enseñaron a las de 50 sino q además cuidaron de nuestros hijos,les llevaron a las actividades extraescolares y ocuparon nuestro lugar mientras nosotras trabajabamos y siempre podíamos contar con su ayuda. Gracias por estar siempre ahí.

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  5. Respuestas
    1. por cierto, muchas felicidades por el blog, es todo un éxito!

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    2. Enhorabuena por tu abuela y muchas gracias, Laura

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