martes, 15 de mayo de 2012

Inés ya no puede soñar

     Daba vueltas en la cama, daba vueltas su cabeza y no encontraba la solución. No era justo. Tantos años intentando tener una casa, un trabajo, un dinerito para las vacaciones, un fondo de pensiones y poco más y ahora todo se va al traste, todo cambia y no para ella, ni para su marido, ellos ya tienen la vida resuelta aunque al ser funcionarios cada día cobren menos, pero eso no le preocupa ya saldrán y más mal que bien, no se pueden quejar.  No puede dormir pensando en sus hijos, eso sí que le preocupa. Antes pensaba en su futuro, ahora no, ya no hay futuro. Ahora tienen un presente con muchos problemas. 
     Fue duro que los cuatro hijos estudiaran una carrera pero con mucho sacrificio por parte de todos, lo consiguieron. El pequeño terminó el año pasado y sigue sin trabajo, bueno, está de becario pero sin cobrar aunque es el que menos le preocupa por ahora, sigue en casa. A los mellizos no les va mal, aunque se fueron hace dos años a Malta. Tienen trabajo, un piso que comparten en el paseo marítimo que está muy bien y le dicen que tienen calidad de vida, aunque ella siga sin comprender que para trabajar en internet, tengan que haberse ido tan lejos, pero bueno ellos son felices, ella menos. Se fueron igual que los abuelos a Suiza aunque esto parece diferente o al menos quiere creer que es distinto. Emigrantes de lujo dice su marido, pero emigrantes al fin y al cabo, dice ella.
     Lo peor se lo lleva la chica, Susana, con lo bien que estaba, con su ático, su trabajito en la misma empresa que el marido y su bebé que quiso tener antes de los treinta para no ser una madre mayor. Buenos sueldos, buenas primas, buenos coches, gimnasios, viajes y en un año, todo ha ido desapareciendo, la constructora la primera que se evaporó y luego, lo demás. Y ahí están que el piso se lo lleva el banco y se lo lleva y no hay tu tía. La nieta ya no va a la guardería y no tiene nanny que la atienda porque ya están los papás en casa todo el tiempo y ella se desespera, les quiere ayudar, su marido se resiste, una ayudita sí, dice, pero hacerse cargo de la hipoteca, imposible. Muchos jóvenes están igual pero a ella le quitan el sueño los suyos y no es que sea egoísta es que no ve la solución, es que ya no pueden hacer más, que cuidan a la niña para que los padres, los pobres, vayan a las mil citas de trabajo, que les llenan la nevera, que les compran los dodotys, pero para la hipoteca no les llega.
     No es justo, creía que todo seguiría su curso como en anteriores generaciones que poco a poco irían mejorando, pero ahora no, es al contrario, están peor, mucho peor que cuando empezó la vida con su marido, está todo peor que hace treinta años y ya no le preocupa lo que le pase a ellos, le duele el alma por los que vienen detrás, por sus hijos que lo están pasando mal y no puede hacer nada. Se siente impotente ante la injusticia de ver a sus niños pasando estrecheces cuando ella no las pasó.
     Sí, va hacer algo. Está decidido. Mañana les dice que se vengan a su casa a vivir y que alquilen el ático para pagar la hipoteca. Solucionado, se vienen los tres a casa y punto. Lo hablará con su marido que sigue en vela aunque se haga el dormido y ya está, arreglado, a otra cosa.
     Inés no logra conciliar el sueño. Inés sabe que no está, nada, solucionado.


8 comentarios:

  1. vaya situacion que estamos viviendo, los hijos van a vivir peor que los padres, si o si. Qué pena y eso que son los mejores preparados de la historia

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  2. No sé como vamos a solucionar esto, pero a mi me da pena y agobio pensar que mis hijos no se puedan comprar un piso o se queden sin trabajo, yo noles puedo ayudar, bastante tengo con lo mio (en paro)

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  3. Vamos a ser una generación de stresados con insomnio.... Quién nos iba a decir que, a nuestra edad, la mayor preocupación iba a ser el paro tanto nuestro como de nuestros hijos. Animo a todos y, seguiremos luchando!

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    1. Es lo que tenemos que hacer, luchar ante lo que no nos gusta

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  4. Nosotras, las de cincuenta......vivimos un cambio muy importante y luchamos para conseguir tener una vida mejor que la de nuestros padres que pasaron una posguerra y ahora, ¿qué les dejamos a nuestros hijos? Ojala las cosas mejoren por el bien de todos.

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